Ideas para buscar soluciones.
Frente a la gran crisis que se presenta en el sector cafetero colombiano, pensando en encontrar salidas a las dificultades, propongo algunas ideas que van de la mano con las solicitudes de los cafeteros del movimiento dignidad cafetera. Aunque la principal queja se refiere al bajo precio interno, algunas medidas diferentes ayudarán significativamente a solucionar el problema.
Los puntos de crisis:
- Importaciones de café: Colombia permite libremente la importación de café para las grandes tostadoras. Ingresan aproximadamente dos millones de sacos de café provenientes de nuestros países vecinos y Vietnam; son cafés de baja calidad y de gran producción: robustas y pasillas de suaves. Estas importaciones deben restringirse de alguna forma. Pueden gravarse con un impuesto que tenga destinación para aliviar el gremio o incluso el agro en general y considero que el foco al que se debe apuntar es el de Mejorar la productividad.
- Costos de fertilizantes, abonos e insumos: Tenemos los costos más altos de la región. Con algunas estrategias podemos llegar a mejores precios para mejorar así mismo la productividad. Evitar intermediarios en las compras mayoristas de insumos y que los Almacenes de provisión manejen unos márgenes dignos y ajustados.
- Estimular consumo interno: Viene desarrollándose la campaña "Toma Café" patrocinada por las grandes tostadoras; pero teniendo en cuenta el primer punto, esta sólo favorece a los productores de café del exterior. Debe reorientarse la campaña a "Toma buen café" o a "Toma café colombiano" y la sensibilización a las empresas que se dan golpes de pecho diciendo que apoyan la industria nacional y descargan contenedores de café importado. Productores del mejor café del mundo y consumidores del peor café... Además con muy bajo índice de consumo "per cápita".
- Permitir exportaciones de café: Demasiadas trabas para los pequeños productores que desean exportar su café especial de finca o de origen; además los costos que pone la Federación son inviables para pequeños negocios. Tal vez el café se deba exportar como los demás productos agropecuarios sin un control que restringe la salida de café bueno y permite el ingreso de inferiores.
- Megaminería: es la locomotora del Presidente. Pero donde están trabajando los campesinos, en zonas productivas con alta ocupación y mano de obra (empleo) debe restringirse la actividad minera. Además los cultivos ayudan a limpiar el aire, producen agua y vida... Acá el tema es dinero en oro o riqueza en vida.
- Contribución cafetera: Debe eliminarse al menos en tiempos de crisis. Con los precios actuales un estímulo de algunos centavos de dólar representaría ingresos a los caficultores por algo más de cincuenta mil millones de pesos que dejaría de percibir la Federación pero pasarían a productores. Puede ayudar al menos en tiempos de crisis, repito.
- Estimular la transformación: Vender en el exterior un poco más de café procesado generaría empleo por cuenta de la mano de obra necesaria para la transformación; además podría generarse un mejor precio a caficultores y un pequeño empujón a la industria nacional en caída por cuenta de la revaluación, los altos costos de la energía en Colombia.
La situación de casi tres millones de personas que viven del café en el país está en juego por cuenta de una crisis que lleva varios años y que ninguno de los dirigentes se ha atrevido a enfrentar.
Soluciones... no represiones.